Crónica de un recuerdo


Lo había soñado de nuevo…


Eran las seis de la mañana. La ventana de la habitación estaba llena de gotas y gravedad. La lluvia condecoraba el panorámico paisaje de aventajados edificios. Le dio un beso en la frente mientras dormía y se levantó suavemente de la cama. El frondoso parque lucía inundado de humedad. La pileta se veía de fotografía retro que anheló tomarse una foto con él. 

El café que se había preparado se estaba enfriando. Se sentó frente a la ventana y siguió contemplando el hermoso paisaje lluvioso. Sorbió un trago y lentamente recostó la cabeza en la pared. Con cierta ternura lo observó y recordó la increíble noche que le había dado. Se le enchinó la piel. Bebió otro trago y continuó viendo los predominantes condominios de al frente. Su cabello jugaba con el frío viento que entraba por una pequeña fisura superior de la ventana.

Después de regresar de esos viajes astrales que dan por mirar fijamente el todo y la nada a la vez, sintió frío. El vapor de su café se había ido. Se levantó atípicamente, intentó tomar un último sorbo y dejó la taza en la ventana. Fue hacia él y recostó la cabeza en su pecho. Cerrando los ojos lo abrazó y suspiró felicidad. Paz. Tranquilidad. El besó su frente y le devolvió el abrazo. Cálido como siempre. Ambos sonrieron. Ambos se amaron. Ambos desearon eterno ese momento. Inmortalizarlo. Ambos desearon un “para siempre”.

El tiempo se detuvo. La lluvia desapareció y la alarma sonó. Eran las siete de la mañana. Ella lo había soñado de nuevo…


P. Siancas.
2020, Sullana.

Comentarios

  1. Que bonito he interesante me gusto🤗

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias, me gustaría que lo compartas con tus amigos :')

      Borrar
    2. Una crónica más veloz de una hora.

      Borrar

Publicar un comentario

Lo más leído